El pasado 29 de septiembre, unos cuantos alumnos de piano cumplieron con un curioso ritual: sacrificaron su mañana de sábado a cambio de estar unas horas aprendiendo y hablando de poesía. Nos acompañó el poeta Ricardo Diez Pellejero, quien nos abrió las puertas de un universo de reflexión, misterios, belleza, augurios...y nos animó a escuchar a nuestro maestro interior.
¡Y vaya si fue así!; al final de la mañana pudimos leer unos cuantos poemas escritos por los propios alumnos, poemas que tendrán voz el próximo 2 de diciembre, en recital poético-musical.
Como previos, dos regalos, y tres agradecimientos: los regalos, un cadáver exquisito (para los que no sabéis lo que es, pinchad aquí ) escrito por todo el grupo, y un poema que nos ofreció Ricardo como recuerdo de esa mañana juntos. Los agradecimientos, para el grupo de alumnos que una vez más respondieron de forma magnífica, a Ricardo, que nos embarcó y supo llevarnos a la orilla sanos y salvos, y al Centro Méceme, por ceder su maravilloso espacio.
No temas, ¡oh, alondra!
El rigor de las noches de invierno
me dejó congelado
y tuve que ir
sin ton ni son
a la puerta del camino.
Ojo de aguja por donde ha de pasar el camello,
y el hombre y el gran desierto de su palabra
produjeron en mi una gran inquietud,
tal fue, que fue el silencio mi contestación
y ante esta inesperada acción, se alejó,
andando entre la espesa niebla nocturna.
Es allí donde descubrí mi mayor miedo,
un miedo que nunca había habitado en mi.
Intenté deshacerme de él con millones de formas
pero no lo conseguí, debido a que se me agarró con afán.
Lo volví a intentar pero volví a fracasar.
Ahora me siento hundido, incapaz de volverte a mirar.
Perdóname, por todo, para siempre...
Nunca te dejaré de amar
y aquí el de Ricardo
ENSEÑANZA
¿Qué es lo que queda,
qué aroma a lactancia
o qué rastro,
siquiera qué desperdicios
o ecos de un baile,
qué marcas de pasos
entre el confeti
ya sucio
profanado por la luz
de la mañana?
¿Qué ha quedado
de mi mirada en los ojos,
en tus ojos...
y qué ojos habrán de ser
los que en los tuyos se miren
para acogerte?
(si queréis leer algo más de Ricardo, aquí tenéis otro enlace. Disfrutadlo)